En realidad, dentro del útero es el lugar más tranquilo para el bebé. No siente hambre, frío, ruidos fuertes ni sensaciones extrañas, pero esto no quiere decir que no se está estimulando.
Desde el útero, el mismo bebé hace lo suficiente para estimularse: moverse, tocarse la cara y los pies, patear, sentir los sabores y olores que permean al líquido amniótico, etc. Con esas experiencias empieza la actividad eléctrica que permite que las neuronas reclamen su espacio.
Entonces, ¿qué podemos hacer nosotros? ¡Te sorprenderá!
- Desde aproximadamente las 28 semanas, el bebé puede oler y saborear lo que su madre huele y come. Desde el tercer trimestre esto mejora notoriamente, además que la placenta se vuelve súper permeable, dejando que más moléculas del exterior ingresen. Una dieta variada y saludable por parte de la madre es suficiente para estimularlos. ¡Esta experiencia intrauterina podría influir en sus preferencias de comida!
- Los bebés pueden escuchar desde aproximadamente los 6 meses dentro del útero, aunque aún falta mucho para que madure completamente este sentido. El solo acto de escuchar influencia en la calidad de desarrollo auditivo. La experiencia temprana con el habla y la música son muy importantes para formar aspectos de funcionamiento cerebral como la emoción y el lenguaje, entre otras habilidades cognitivas. ¡Nunca es demasiado temprano para estimularlo! Incluso, hay estudios que han detectado que los bebés pueden recordar lo que escuchan dentro del útero y esto ayuda a calmarlos afuera, como la voz de mamá o papá, una canción o un cuento. Por lo que papás, ¡no sean tímidos! Háblenle, cántenle, cuéntenle un cuento o escuchen música. Eso si, hay que tener cuidado con el volumen, ya que el período más sensible para los oídos es de los 6 meses de gestación hasta los 3-4 meses de nacido.
- Por último, y lo más importante: debemos cuidarnos en el embarazo. Eso significa tomar ácido fólico, evitar el alcohol y el cigarro, comer lo suficiente y que sea variado y saludable, hacer ejercicio suave, evitar el aumento en la temperatura corporal y evitar, en lo posible, el estrés. El sistema nervioso es el más sensible a las influencias prenatales. No dudes consultar más información a tu pediatra.
¿Y tú sabías todo esto? ¡Los leo!