Los 8 sentidos (¡Sí, 8!)

Desde que somos muy pequeños toda la vida nos enseñaron sobre los 5 sentidos: vista, tacto, olfato, gusto y oído. Lo que no nos decían, es que estos sentidos son los externos. También tenemos 3 sentidos más que son los internos. Estos sentidos afectan nuestro comportamiento, mientras que los internos afectan cómo percibimos el mundo.

Aquí te contamos cuáles son y veremos más a profundidad cómo nos impactan:

Los sentidos internos son el sentido vestibular, el sentido interoceptivo y el sentido propioceptivo.

  1. Sentido vestibular: está relacionado con la gravedad y la orientación en el espacio. Gracias a este sentido, tenemos equilibrio, movimiento, tono muscular, estado de atención y alerta, coordinación motora, orientación visual y una postura erguida. Este sentido nos permite situarnos dentro de un espacio y tomar conciencia sobre cómo nos desplazamos nosotros y los objetos que nos rodean. Es un sentido súper importante para el aprendizaje.
  2. Sentido interoceptivo: es cómo sentimos nuestras necesidades internas, como la conciencia emocional, si nos sentimos seguros o las necesidades corporales. Nos ayuda a entender y percibir qué es lo que está pasando dentro de nuestro cuerpo, además de autorregularnos. Por ejemplo, cuando sentimos frío, hambre, sed o calor, entre otros, está funcionando nuestro sentido interoceptivo. 
  3.  Sentido propioceptivo: es cómo percibimos a nuestro cuerpo en el espacio. Es decir, la manera que tiene nuestro cerebro de saber dónde está cada parte de nuestro cuerpo en cada momento. Gracias a este sentido, podemos entender con cuánta fuerza agarrar algo, cómo sostener y manipular objetos, cómo navegar nuestro entorno sin chocar con todo lo que nos rodea y desarrollar la autorregulación. 

Sabemos que estimular los 5 sentidos externos con elementos que nos ayudan a entender cómo es y funciona el mundo es clave para el desarrollo cerebral de nuestros hijos. Por ende, también es muy importante estimular estos 3 sentidos internos. ¿Pero cómo hacerlo? 

  • El sentido vestibular se estimula con movimiento. Cuando bailamos con nuestros bebés, saltamos, los giramos, jugamos al avioncito o incentivamos que se muevan por obstáculos, estamos estimulando este sentido. 
  • El sentido interoceptivo se estimula a través de saber nombrar qué es lo que les duele, poder reconocerlo. Juegos sobre reconocer las emociones o dolores, preguntas sobre qué sienten cuando hacen diferentes cosas e incentivarlos a hablar sobre lo que les pasa, ayudan a estimular este sentido. 
  • El sentido propioceptivo se estimula conociendo nuestro cuerpo. Es decir, a través de masajes, tarjetas o juego sobre las partes del cuerpo, mirarse al espejo, conversar sobre las diferencias entre un cuerpo y otro, y explorar libremente los diferentes espacios. 

Dentro de nuestras Timu Boxes puedes encontrar actividades y juguetes que estimulan los 8 sentidos.

¿Sabías todo esto? ¡Nosotros quedamos muy sorprendidos cuando conocimos estos 3 sentidos extra! 

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